Las costumbres del ser humano han evolucionado rápidamente en los últimos 100 años.
Sin embargo la evolución de nuestro organismo, concretamente de nuestro sistema visual no ha evolucionado con la misma rapidez. Sabemos que así como hay un área cerebral específica para el lenguaje, no la poseemos para la lectura, mucho más reciente que el primero.
De una población fundamentalmente agrícola se ha pasado en este último siglo a una población urbana e industrial, donde la actividad al aire libre ha sido sustituida por otra donde el trabajo en visión próxima , lectura, ordenadores etc.., nos ocupa la mayor parte del tiempo.
Sabemos que estudiar con la cabeza rotada durante el trabajo de cerca conduce a la aparición de astigmatismo y anisometropía, igualmente el aproximarnos en exceso y mantener una postura fuera de la posición de equilibrio genera miopía.